sábado, 11 de agosto de 2018

Soporte

Acarició con sus dedos las tablillas de arcilla con caracteres cuneiformes, pensando en el deleite de interpretarlas y no pudo contener la queja:
—¡Estos son libros! Pesados, resistentes y con ese sonido único al entrechocar... ¡no me vengan los jóvenes de ahora con esos papiros manchados con tinta!






No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que te pareció esta historia?