lunes, 26 de diciembre de 2022

Sugerencias

—Lass Fhrizyxukass esstán esspectacularess, caballeross —recomendó la serpiente gigante que atendía su mesa.

—Tomaremos carne —respondió Ror examinando el menú.

—Glumboryetass, entoncess —dijo la serpiente mirándolo fijo mientras bamboleaba la cabeza —. Excelentess glumboryetass… ssiiii.

—No trate de hipnotizarnos, ¿quiere? Bajamos al planeta solo por probar la especialidad del chef.

—Pero… —La serpiente tragó saliva, luego pareció desinflarse. —Muy bien, tengan buena cena, pueden guardarsse la propina, adióss. 

Se alejó reptando desganada hacia la cocina.

—¿Adióss? —pregunto Glesk.

—No te preocupes —dijo Ror —, volverá pronto.

Otro camarero, este de aspecto felino, trajo la comida al rato. Con una reverencia destapó la gran bandeja. Sobre un colchón de verduras descansaba plácida la serpiente gigante, cortada en finas rodajas.



jueves, 22 de diciembre de 2022

La última carta

"Más que por fuerza, se nos domina por engaño"
Simón Bolívar

Querido Santa:

Te escribo para despedirme y decirte que desde esta navidad no me traigas más regalos. El abuelito Severino me explicó que cualquier regalo es demasiado caro si  por él debemos renunciar a nuestra libertad, que quien obedece tentado por una recompensa es como un perro adiestrado. Por eso ya no quiero nada, para poder hacer lo que se me antoje sin andar preocupado todo el año de tu bendita lista de niños buenos. Me voy a regalar la libertad y va a ser el mejor regalo.

PD: Esta es la última carta que te escribo y te pido que borres cualquier información mía o del abuelo Severino de tus registros.



 


jueves, 15 de diciembre de 2022

Basura

La cúspide del disparate de nuestra cultura es sin dudas el basural, ese vergonzante producido social capaz de agredir todos los sentidos a la vez.

En su perversa deformidad, el basural exige a sus habitantes un razonamiento igual, pues solo una psiquis delirante puede sobrevivir entre la basura.

Dilatando las fosas nasales, uno de estos despojos humanos, recorría aquel laberinto de jirones de vidas ajenas persiguiendo un rastro, un hedor familiar. Al cabo, su pupila curtida descubrió un bulto grande, envuelto en plástico y cinta de embalar. Las moscas zumbaban alrededor y el olor tan penetrante lo caló hasta la náusea. Apenas recompuesto, decidió revelar el contenido, fuera lo que fuese, tomó coraje y con un pedazo de lata oxidada rajó el paquete de punta a punta. Su cara se demudó del espanto. Salió huyendo despavorido de esa bolsa llena de billetes que ya volaban con el viento.



martes, 6 de diciembre de 2022

Solo para entendidos


Está historia diminuta no es para cualquiera, apunta a un lector refinado, que destaque por sobre la mediocridad imperante. Deleitarse acertadamente en su perfección no está al alcance de todo el mundo, exige experiencia, sensibilidad, criterio. Pero vale el esfuerzo, es una historia realmente genial. ¿Usted no lo cree así? No se preocupe, es lo normal.