sábado, 29 de enero de 2022

Reunión de egresados

El matón de la escuela agarró al nerd de las solapas y del mismo envión lo tiró al piso.
—¡¿Dónde está, viejo bufarra?! ¡¿Dónde lo tenés a Benasti? —El agredido resistía al borde del infarto sin acertar a contestar nada. —¡Hablá, pelado hijo de puta!
La más linda de la clase se acercó a ayudar, confiando en su belleza, que a tantos bravucones había logrado tranquilizar.
—¡Ya está, Quique, dejálo, corazón!
—¡Vos no te metás, vieja de mierda! ¡Este tiene puesta la bufanda de Benasti!
Los nietos levantaron en vilo al agresor y al fin pudieron separarlos.
—Perdonálo, Benasti —dijo la más linda del grado al nerd mientras lo ayudaba a levantarse —. Quique tiene Alzheimer.




miércoles, 19 de enero de 2022

Futuro imperfecto

En plena madrugada, unos gritos escandalizaron al puñadito de chozas de lata.
—¡Mamá! ¡La señal! ¡La señal, mamaaá! 

Ella, sobresaltada y medio dormida, parpadeó primero el número de la compañía de internet, luego su usuario y su código de crédito.

El servicio fue restablecido de inmediato. Los ojos del niño volvieron a ponerse en blanco y su cara recuperó el gesto apacible.









miércoles, 12 de enero de 2022

Excalibur

—¿Estáis seguro? —preguntó el joven rey bajo la luna llena.
—Está enterrada aquí. Los astros no mienten, mi señor —dijo el mago señalando con su vara el suelo del bosque―. Y con ella serás invencible.

―¡Cavad, entonces! ―ordenó a sus caballeros. 

Luego de un rato, las palas chocaron con algo metálico. La luz de una antorcha iluminó el cañón de una ametralladora automática.











lunes, 3 de enero de 2022

Entremés kafkiano

En el bodegón, Gregorio Samsa pide un sanguche de milanesa completo. Levanta el pan y sobre la lechuga encuentra una cucaracha muerta.—No puede ser —dice el mozo. Gregorio abre el sanguche y se lo muestra. —Yo no veo ninguna cucaracha, señor —responde.
Algo tiene su voz, una especie de zumbido. Gregorio lo mira y se da cuenta de que el tipo es una cucaracha gigante. Luego mira sus propias manos y descubre que son dos pinzas de insecto.
Dentro del sanguche sangra el cadáver destrozado de un hombrecito diminuto, muy parecido a Gregorio Samsa.




sábado, 1 de enero de 2022

Juguetes

—¡Yo pedí una ambulancia! —reclamó el niño. Enarbolaba un objeto cilíndrico que era un juguete, sí, pero para adultos.
El tío, disfrazado de papá noel, sudaba a mares en la tórrida noche de verano. Su sobrinito le apuntó a la cara con el pedazo de goma y repitió, paradójicamente desconsolado:
—¡Yo pedí una ambulancia!
La escena era más de lo que la abuela podía aguantar, testigo mudo aunque boquiabierto del incidente. De la rigidez, la anciana pasó al desmayo sobre el pesebre, desatando el caos familiar. Niño y juguetito quedaron en segundo plano, entre gritos, llantos y reproches a Santa, que según parece, algo tuvo que ver con semejante quilombo navideño. Finalmente hubo llamadas telefónicas. Minutos después se escuchó una sirena, luces rojas destellaban en el techo, maridando con las del árbolito. Alguien abrió la puerta y un paramédico preguntó:
—¿Aquí pidieron una ambulancia?
Los ojos del niño brillaban de asombro.

Actuar para vivir

—Aprovecho los momentos de soledad para ser yo misma.
—¿Y eso?
—Hablo de quitarme por un rato la máscara que todos llevamos para encajar en esta sociedad.
—Paparruchas, niña. Las personas siempre son ellas mismas. Cuando fingen son hasta más fáciles de leer.
—Si, pero…
—¿Crees que alguien puede interpretar a Lady Macbeth exactamente igual que tú?
―...
―Y… ¡Corten! Está perfecto, se copia.