lunes, 28 de diciembre de 2020

Abracadabra

Desde la nada me compongo a mí mismo. Recién no existía y ahora soy tan real como esta voz hablándote. En el mismo acto te concibo a tí y al cuartito despojado, apenas un puñado de palabras, que nos ha reunido a ambos. ¿Me estás mirando? También te miro. Te saludo y como en un sortilegio nos alejamos, deshacemos este fortuito encuentro. Tu te vas sin duelo y yo me quedo aquí, esperando paciente al próximo visitante.







martes, 22 de diciembre de 2020

Merca Acme

El Coyote consiguió una bolsa de coca. Con cuidado, peinó una generosa raya en medio de la ruta.

El Correcaminos se acercó curioso y se puso a esnifar la droga. De atrás de una roca salió el Coyote y el Correcaminos huyó aún más veloz que de costumbre.

El Coyote se recostó muy tranquilo a la sombra de la piedra.

―Ya vas a volver ―masculló.










jueves, 10 de diciembre de 2020

En el camino


Nunca tropieces dos veces con la misma persona, dijo la piedra.


lunes, 7 de diciembre de 2020

El vicioso

—Siempre fuí casto, siempre cuidé mi alma, nunca cedí a la tentación. Yo no debería estar sufriendo aquí, en el infierno.

El diablo en persona le contestó riendo:

―Entiende, infeliz, que perseguir tanto la santidad también constituye un gran vicio.









lunes, 30 de noviembre de 2020

El último gigante

Su majestuosidad reinaba en el claro, como un viejo castillo entre la bruma. Los siglos le enseñaron el secreto del viento y sus raíces abrazaron con amor la tierra.

Desde la altura de su copa los vió llegar. No podía escapar, pero tampoco quiso. Se despidió en silencio de pájaros y ardillas que huyeron despavoridos al primer rugido de la motosierra.





viernes, 27 de noviembre de 2020

Proporciones

Pidieron a Dios un microcuento y escribió completa la historia de la humanidad.







lunes, 23 de noviembre de 2020

El artefacto/Panamá

El artefacto/Panamá

“Las cosas de papá no se tocan”, recordó, pero estaba demasiado intrigado como para obedecer.
Apenas lo sacó del estuche, el metrónomo comenzó a chasquear a rebato. El niño dudó un momento, después lo levantó para verlo mejor. Lo apoyó en la ventana y se quedó observando el dedo metálico que negaba juicioso —clac, clac, clac —, su mirada se perdió en el cielo, donde dos grandes nubes se fundían en una, —clac, clac —. Más nubes cubrieron el sol —clac —, un viento repentino agitó con fuerza las palmeras —clac, clac —, destelló un relámpago en el horizonte —clac —. Al momento, la tormenta se desató furiosa.
El niño corrió aturdido por los truenos a guardar el metrónomo. Papá nunca debía enterarse del desastre que había provocado el artefacto.


martes, 3 de noviembre de 2020

Sin rencores

El terrible soplido del lobo se llevó volando las casas de Flautista y Violinista. Llenos de miedo y vergüenza, corrieron a la casa de ladrillos del hermano mayor.
Práctico los recibió con un beso, soslayando las burlas y los escarnios anteriores.
El piadoso anfitrión fue a cerrar la puerta trasera. Sus hermanos se sintieron más seguros. La sensación les duró hasta que con sus hocicos pegados a la ventana lo vieron entregarle las llaves al lobo.






domingo, 1 de noviembre de 2020

Principios

Unos ojos fulgurantes observaban desde el portal místico, la aterciopelada voz del líder habló dentro de su cabeza:

―Percibo dudas. ¿Algún problema?

Sombra levantó la cabeza.

—Somos seres civilizados, ¿no? —preguntó mentalmente.

—Tu sabes que sí.

—Transformarme en una mujer, lo entiendo, son superiores....

—Pero.

—Pero me niego a usar este objeto para disimular la nave.

—Es solo un utensilio primitivo, no significa nada.

—Aquí representa la opresión de las mujeres, me lo dijo el gato.

—No tenemos género, no deberías involucrarte en cuestiones menores. Monta tu vehículo y reúnete de inmediato con las demás en el bosque. 

Sombra obedeció de mala gana. Pasó una pierna por sobre el palo de la escoba y golpeando con el taco el encendido, alzó vuelo hacia el cielo nocturno.



viernes, 30 de octubre de 2020

El fallo

Luego de pasar una noche de romance y lujuria con su joven ayudante, Gladys Fox entró cantando al laboratorio. El futuro asomaba prometedor y eso la ponía de muy buen humor. El "psicodisíaco", su nueva droga activadora del deseo sexual, revolucionaría las relaciones humanas para siempre, haciéndola millonaria en el proceso. Había cruzado un límite al administrársela al muchacho ―todavía estaba en fase de prueba―, pero llevaba meses sin efectos adversos en los ratones. Aquella velada salvaje confirmaba que su descubrimiento funcionaba espléndidamente con humanos.

Suspirando, se dispuso a revisar las jaulas. Con sorpresa vio que la del ratón macho estaba  volcada. Al parecer, el sujeto de prueba había escapado. 

Su ayudante apareció de golpe, causándole un sobresalto.

―¿Gladys, pasó algo? ―preguntó. 

La doctora negó con la cabeza y fue a revisar la jaula de las hembras. De inmediato la soltó horrorizada. Entre el aserrín manchado de sangre, descubrió los cuerpos mutilados de las otras ratas.



viernes, 23 de octubre de 2020

Infiel

Como un vendaval, mezcla del vértigo de lo prohibido con el ardor de la pasión y la ferocidad del inminente orgasmo. En el momento cúlmine de placer, sintió una punzada en el pecho, una potente explosión de dolor. Así fue su muerte, inesperada, contradictoria.

¿Y después? Separado ya del tiempo y de la vida, todo se redujo a un instante eterno contaminado por la culpa.

Imaginó el horror de su amante, sus gritos desesperados, los intentos inútiles de reanimarlo. Y a los hijos de ella volviendo de la escuela, extrañándose por la camionetita de la policía científica estacionada en su casa. Y las explicaciones al marido con el inevitable escándalo frente a los vecinos. Y ese colchón que no volvería a ser usado jamás.

Para bien o mal, ya no era su asunto. Su cadáver no pudo ver como la mujer se recomponía gradualmente del shock y lo envolvía, entre lágrimas, con la vieja alfombra del desván. Tampoco pudo sentir el vacío en el estómago cuando los basureros lo arrojaron al camión y lo cubrieron con otras bolsas.

sábado, 10 de octubre de 2020

Consejos para una niña

―Escucha mi consejo, joven niña, y no elijas el camino fácil, ppues has de saber que no existen los atajos,y que lo bueno requiere esfuerzo. Medita con cuidado cada uno de tus pasos ―tu destino no irá a ninga parte― y sobre todo disfruta el viaje. Detente a admirar el cielo, a oler una flor o a seguir una mariposa. 

La niña asintió convencida pero no pudo reprimir su curiosidad:

—Señor sabio, ¡que orejas tan grandes tiene!



jueves, 8 de octubre de 2020

Discusión

—¿Machos y hembras? No te creo.
—Desde aquí arriba es difícil observarlo, pero es así.
—¡Que tontería, Rafael!
—Por mi aureola que digo la verdad.









domingo, 27 de septiembre de 2020

Hecho a mano

—¿La hiciste vos?
—Pieza por pieza. Menos los transductores, a esos los saqué de un viejo cohete de tu tío.
—¿Y vuela?
—¡Claro, Vegaluz! También tiene un campo de fuerza y un aturdidor de precisión. Por las dudas, ¿viste?
Marcia las miró con desaprobación. Vegaluz se calzó la mochila jet en el patio y ascendió rauda al cielo. Recién cuando se alejó el trueno de los cohetes, Marcia encaró a la anciana.
—Ya sé que te aburrís todo el día sola, mamá, pero tratamos de criarla en un ambiente seguro. No podés regalarle a una nena cachivaches así.


viernes, 25 de septiembre de 2020

La caída de Fiorkul

Fiorkul, el príncipe de la galaxia, cometió un pecado gravísimo al dibujarse en el pecho la sagrada constelación de Cihlat, pues su configuración estelar revelaba, a quien supiera descifrarlo, el secreto del universo.

Su intención era retorcida pero no imposible: materializarse en el planeta tierra, donde según la profecía existía un ser conocedor del gran secreto, buscarlo para unírsele y gobernar juntos el universo.

Al llegar, Fiorkul adoptó el aspecto corriente de un muchacho moreno, de andar desgarbado, y dientes algo saltones, vestido con un short fluorescente y ojotas. En la playa nadie reparaba en él mientras la recorría mirando alternativamente al cielo y a su pecho como dando un indicio.

El atardecer lo encontró cansado de buscar en vano. Meditaba su siguiente paso sentado en la arena cuando se le aproximó el ser más hermoso que jamás hubiera visto.

―Hola, flaco. ¡Que lindas estrellitas! ¿Es de Henna?¿Dónde te lo hiciste?  ―dijo a Fiorkul señalando el tatuaje en su pecho.

El príncipe naufragó en la inocencia de aquellos ojos y así se perdieron para siempre el linaje sagrado de Fiorkul y el secreto del universo.



domingo, 20 de septiembre de 2020

Transilvania

Pequeñas ristras de ajos con imán para la heladera, colmillos de plástico. Baratijas made in China se encuentran aquí con turistas de todo el mundo. 
La cara de un tipo de gesto constipado, peinado a la gomina y con la boca chorreando sangre se multiplica en cientos de camisetas.

Una vez más, la humanidad ha enterrado su miedo atávico bajo una montaña de mal gusto.

En una cripta cercana, el verdadero protagonista reposa esperando tiempos mejores.



viernes, 11 de septiembre de 2020

Un buen diablillo

A veces creo que es un niño y otras estoy seguro de que el pequeño robot juega con todos nosotros. Esa tarde, por ejemplo, intentaba escabullirse de mí, escondiendo torpemente algo a su espalda.

―Ocho Pines, ven acá.


―Estoy apurado, mi capitán.


―Sabes que no puedes desobedecer una orden directa.


El niño robot se acercó con cautela, ocultando de mi vista sus manopinzas.


―Dámelo.


―Usted… no quiere esto, capitán ―suspiró.


―Es una orden.


Resignado, me mostró la cajita que escondía en su metálica palma. Se la arrebaté en el acto. La tapa tornasolada tenía grabado un símbolo desconocido.


―No la abra ―musitó.


Como es lógico, actué a la inversa. Apenas levanté la tapa, me deslumbró el brillo del sol sobre el mar al tiempo que una inmensa ola rompía sobre mi cabeza y me revolcaba por la playa en un remolino de arena y agua salada. 


―A golpes se hacen los hombres ―escuché decir a mi padre mientras me levantaba tosiendo.


Oír de nuevo aquella voz me causó tanta ansiedad que rompí a llorar. Ocho Pines levantó la cajita del suelo y la cerró despacio.


―Feliz cumpleaños, capitán.




domingo, 6 de septiembre de 2020

Doctor Amor



Les indicó caminar una hora todos los días.

De la mano.













viernes, 4 de septiembre de 2020

El despertar de los Gunaii


Éranse unos seres legendarios que con el tiempo habían conquistado la cúspide del conocimiento. Su agudísima inteligencia les permitió descifrar el secreto mismo de la felicidad.

Uno de ellos, seguro el más sabio, no tardó en construir la gran máquina. Al accionarla, todos se unieron en un grito de dolor. Después, se miraron los unos a los otros en completa perplejidad y de la misma manera que las bestias, disfrutaron de la paz de su flamante ignorancia.



 

jueves, 3 de septiembre de 2020

Formato

—Podría no escribir, pero mi mundo no sería el mismo. Es un impulso, una necesidad de liberar el alma. Escribo porque se me antoja y no puedo ni quiero evitarlo. ¿Le parece razón suficiente?
El editor lo miró condescendiente
—No me hice entender, solo le pedí que la próxima vez justificara sus textos.











viernes, 28 de agosto de 2020

Por el barrio

La límpida imagen del cielo reflejada casualmente en la superficie de un charco inmundo, me regala el indicio de que toda redención es posible.


miércoles, 19 de agosto de 2020

Entre dos mundos

La peste mató a todos en el castillo. A todos menos al mísero eunuco, quien desde entonces disfrutaba de todos los lujos. Comía de los manjares reales, se revolcaba desnudo sobre el fino armiño, se aliviaba tras el trono y se limpiaba el trasero con los tapices de brocado. 

Todo iba así, hasta el día en que se materializó frente a él el fantasma del rey y al verlo despatarrado sobre el trono, bramó furioso:


—¡Levántate de inmediato, infeliz, muestra respeto a tu rey y cubre tus indecencias!

El eunuco se asustó mucho al principio, pero, luego de pensar un poco, tomó coraje y lo desafió:

—En vida fuiste cruel y despiadado, pero ahora me rio de tus amenazas, pues estás muerto, tirano. No puedes tocarme, no puedes castigarme.

El fantasma quedó pasmado, ese bribón tenía razón, nunca podría… de pronto sonrió. De la entrepierna del esclavo colgaban dos testículos fantasmales.

Los lugareños atribuyen los alaridos a las ánimas dolientes del castillo.



lunes, 17 de agosto de 2020

La odisea

El canto de las sirenas fue creciendo a medida que se acercaban.
Por seguridad, lo amarraron del pecho y las rodillas. 
Era enloquecedor. Ulises intentó en vano cubrirse los oídos, sus brazos estaban bien sujetos.
―¡Resiste! ―le gritaban ―¡No debes rendirte!La nave se bamboleaba, la cabeza le daba vueltas, su conciencia estaba invadida del pavoroso sonido.
―Las sirenas, las sirenas… —alcanzó a murmurar antes del desmayo.
El piloto se apiadó y las desconectó. La ambulancia se adentró, silenciosa, en un mar de autos, camino del hospital.


sábado, 8 de agosto de 2020

El fumar es perjudicial para la salud

Como en el juego de la mancha, huimos corriendo del largo brazo de la peste.
¿Fuí el más lento? Seguramente, porque el virus me alcanzó.

Quince días de aislamiento forzoso, mi condena, según unas reglas que no me atrevo a quebrantar.

Y a las doce de la noche del quinceavo, salgo de la nave carcelera a reencontrarme con la libertad. Amada, imprescindible, peligrosa libertad del canario jaulero, a la deriva en un mundo en el que ya no sabe vivir.

Apenas desplegadas las temblorosas alas, la llovizna me azota la cara. A unos pasos me castigan los gritos de una pelea, ruido de vidrios, un llanto de mujer. Mi piel, adelgazada, semitransparente ya no me protege y al llegar a la esquina, un niño-perro de nadie que revuelve en la basura, me asesta la estocada final.

Atormentado, remonto el cordón umbilical. Regreso al útero, a mi amado síndrome de Estocolmo.

Maldita la hora en que decidí salir a comprar cigarrillos.





domingo, 2 de agosto de 2020

El precio de la historia

El paisano miraba al esqueleto exhibido en el museo. Después de dar dos vueltas alrededor contando los pasos, preguntó al guía:

―¿Cuánto vale un bicho de estos, Don?  

―Uf, mucho. Muchísimo.

―¿Más que un diamante?

―Por supuesto, diamantes hay montones, pero el esqueleto de un carnotaurus es algo único en verdad.

―Ah…―dijo el rústico con la mente extraviada. Pasado un momento, reaccionó―. ¿Y la gente que lo encuentra? ¿Tiene que traerlo? Porque, imagínese una cabezota como esta… No, el doble de grande, a pala yo la desentierro pero después... no hay camión.

―No, señor. Cuando alguien se pone en contacto con nosotros primero verificamos el hallazgo. Luego cerramos el lugar para preservarlo y comenzamos la excavación, que suele llevar meses.

―Entiendo. Se tarda en cobrar, entonces. ¿Y pagan por kilo o según el bicho?

―¡Ja ja já, qué ocurrencia! No se puede vender un fósil. Es patrimonio histórico de toda la humanidad,  es tan valioso que no tiene precio.

Al paisano se le apagó la mirada. Giró la boina en sus manos y resopló. El guía preguntó intrigado:

―¿Y usted por qué averigua tanto?

―No, de curioso nomás.


viernes, 31 de julio de 2020

Locura de soledad

Gira la cabeza con aire indolente, como buscando algo en el departamento vacío.
Me siento un tonto y sin embargo le repito mi pregunta: 
—¿Vos decís que va a volver? 
Resopla con fuerza. Al fin me responde negando lento con la cabeza. 
Yo también sé que no va a volver. Vi el terror reflejado en sus ojos cuando me descubrió hablándole al ventilador.









martes, 28 de julio de 2020

Colorín colorado

Escalé la torre, maté al dragón, luego a la bruja malvada. Después, con gran dolor tuve que asesinar al príncipe azul, al unicornio y al hada buena.
Seguro le rompí el corazón, pero no quedaba tiempo. Mi princesita debía crecer, y rápido.