martes, 14 de agosto de 2018

Aquel desconocido

Hay cosas que el tiempo no cambia.
Veinte años después, en la reunión de ex alumnos, la jerarquía que dominaba la escuela sigue vigente.
El tano Mainardi siempre fue un segundón, un pelagatos y si nosotros lo registrabamos era sólo porque la hermana estaba para el infarto, nada más.
El Turco, en cambio, era de los nuestros, los que manejabamos la movida desde el fondo del aula, los reyes del patio, admirados por las chicas.
No es extraño que, al saludarlo, el Turco no lo reconozca; y eso que Mainardi está igualito: Gordito, petiso, coloradón...
No hay caso, el Turquito no lo saca, Mainardi insiste.
Me conmueve verlos así, tengo que intervenir.


—Turco, ¿no te acordás? Este es el tanito Mainairdi, que iba con nosotros a gimnasia. Turquito...el hermano de la Romi...


Los dos me miran de arriba a abajo y preguntan a coro:


—¡¿Y vos quién sos?!



2 comentarios:

¿Que te pareció esta historia?