lunes, 26 de noviembre de 2018

Cosecha tu siembra

El verano tocaba a su fin en la plantación. Los trabajadores rondaban por la hacienda buscando cualquier ocupación que retrasara el final de su contrato.
El robot capataz comentó al patrón:


—Que suerte fue conseguir cosecheros de cuatro brazos. Trabajan duro, hombres, mujeres y niños por igual y han terminado el trabajo en tiempo récord. Podríamos pagarle el resto del mes y aún quedaría una estupenda ganancia.

—Nada de eso. Han recibido más que suficiente. Dales algunas frutas para el camino y que se larguen antes que llegue el frío.

Y ese pequeño detalle resultó ser un gran error.

Al probar la fruta, se despertó en ellos un instinto primitivo olvidado. Poseídos de una gula incontenible, los insectoides hambrientos se abalanzaron sobre los depósitos frutales.
El hacendado trató en vano de detenerlos. Golpeó a un pequeño que estaba con la mitad del cuerpo metida en un barril de fruta; los demás lo atacaron con sus extremidades aserradas.

En instantes, los pedazos del hacendado regaban el suelo mezclando su sangre verde con el jugo azul de las Fhrizyxukas.

En el asteroide agrícola no quedó nada comestible. Sólo se salvó aquel metálico capataz robot.

El insectoide ahuyentó de su mente ese recuerdo infantil. Aunque pasaran otros cien años, jamás olvidaría el sabor de esas primeras Fhrizyxukas azules.


¡Volver a la nave nodriza!

2 comentarios:

  1. Tengo mucha curiosidad por este universo futurista que te estás creando con androides, criaturas insectoides y frutas de color azul. Por cierto si buscas en Google "Fhrizyxukas", sales tu :P

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    1. Yo también espero que sigan saliendo historias de estos personajes que rastrean los vestigios de nuestra cultura. Un beso.

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