viernes, 14 de diciembre de 2018

Vida eterna

El auto gira en cámara lenta, tu cuerpo rebota en su interior con parsimonia. 

El tiempo no se ha detenido, es más bien una densa espiral de humo estirándose al infinito. 

Dolorosas heridas sangrantes, como claveles rojos, te florecen por todo el cuerpo. Contemplás las esquirlas de vidrio reflejando cada absurdo detalle. Los hierros se curvan chirriando, se retuercen hurgando tu interior. Dolor, dolor, ¡Dolor! La punta de un hueso astillado te brota del pecho, el sufrimiento se hace insoportable. Escuchás tus propios gritos en un eco demencial. Te arden los pulmones, el aire se te escapa. Desesperación.

Te vas hundiendo cada vez más en este infierno de agonía sin final ni escapatoria. Atrapado para siempre en esta tortura perfecta, esta muerte imposible, esta vida eterna.





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