sábado, 15 de diciembre de 2018

Manila

—¿Y Santa Claus sí le lleva regalos a los demás chicos?
—Ellos me lo dicen para fastidiarme. Se los compran sus padres, porque venden shabú y tienen dinero. A ninguno de mis amigos del barangay les ha traído nada. Santa Claus no existe.
—¿Por qué dices eso?
—Todos lo vimos muerto, en la avenida Arnaiz. Estaba tirado boca abajo, rodeado de policías. Tenía un tiro en la nuca.
—¿Los policías lo mataron?
—Quiso entrar a una casa por la ventana, eso me dijo la tía Playmo.
—¿Quién?
— La señora del orfanato. Le decimos así porque su pelo parece el de los muñequitos.



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