viernes, 6 de abril de 2018

Saudade

Veo a Saramago desde la ventanilla del colectivo. Está ahí parado sin más. Nadie lo acompaña, ningún tumulto de autógrafos o paparazzis. Que el barrio de Once no es muy culto vamos pero, José Saramago! Mi primera idea es preguntarle. 
¿Qué? Tantas cosas..Si cuánto de él es producto de su infancia pobre. Si el tema de la ceguera lo une a Borges. Si se puede congelar el genio veinte años. Si el mundo fue y será una porquería (ya lo sé). Si conoció Macondo. Si después del Nobel siguió siendo el mismo. Si es la intermitencia de la muerte lo que le deja pasear tan tranquilo por Rivadavia tantos años después de fallecido...
Pero Saramago es un artista de las palabras y mi portugués de turista es vergonzoso. El colectivo arranca.

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