jueves, 7 de junio de 2018

Sal de mi vida


Siempre la pregunta ridícula, fuera de lugar. Siempre su estúpida cara de nada. Me enferma, me amarga la vida. Esto decanta en divorcio, suicidio o asesinato. Pero hoy...hoy superó toda mi capacidad de asombro. ¿A quién se le ocurre preguntar a qué sabe el veneno para ratas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que te pareció esta historia?