jueves, 14 de noviembre de 2019

Agobiada

Apenas llegaba y ya estaba cansada.
Siempre tan solicitada, siempre criticada por todo el mundo. 


«Demasiados clientes». 

Se sentía responsable de mantener felices a todos y cada uno de ellos.

Recordó algo que leyó en Instagram Tu opinión no me define, y decidió tenerlo más en cuenta.
Terminó de desanimarse cuando halló su oficina a oscuras.

«¿Y a mí quién me ayuda?»

Moviéndose a tientas alcanzó la lámpara del escritorio: Nada. «¿Será un corte general?» 

De repente recordó quién era y dijo:
—¡Hágase la luz!






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