viernes, 28 de septiembre de 2018

El fin del juego

Wato enfila al arco con la pelota dominada y la cabeza en alto. No tiene opción de pase, solo es él y el arquero. Joaquín le grita desde atrás:

—¡Pateá, botija! ¡Pateá al arco que es gol!

Wato se acomoda y remata fuerte, pero el tiro le sale ancho, desviado.

A último momento, el arquerito corre y con su pierna corrige la trayectoria del balón, para que doble y se meta al arco.

—¡Gol! —grita Joaquín

—¡Gol! —grita Wato y los dos corren a abrazarse con el arquerito.

El papá de Joaquín interrumpe la algarabía:

—¡No, no, abombaos! ¡Así no se juega, vo'! Traigan la pelota que yo les voy a enseñar.

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