viernes, 8 de noviembre de 2024



martes, 29 de octubre de 2024




viernes, 4 de octubre de 2024



martes, 1 de octubre de 2024




viernes, 13 de septiembre de 2024

domingo, 7 de julio de 2024

















viernes, 31 de mayo de 2024






lunes, 6 de mayo de 2024






domingo, 28 de abril de 2024




lunes, 1 de abril de 2024




miércoles, 20 de marzo de 2024






sábado, 9 de marzo de 2024












viernes, 8 de marzo de 2024

En falta

—El Mati, se hace el boludo pero sabe bien que la Griselda lo hace cornudo. Olvidate, es terrible la Griselda, le gusta más que respirar. Parece que estuviera siguiendo la carrera, como el hijo de la Mary que empezó manoteando celulares y ahora hace camiones con una banda. Y sale con todos los borrachos, con el negro Hugo, Draculita, Chester.

En este barrio están todas las figuritas, amiga. Faloperos, timberos, caretas… lo que se te ocurra.

—¿Y chusmas?

—Bueno, ¿ves? Eso acá no hay.






sábado, 17 de febrero de 2024

Economicistas

Ellos ven a las personas como si fueran números. Así, ponderan que sus políticas generan muchos “9´s” cuando en realidad son todos “6’s” muertos.


Arcoiris

Este verano decidí teñirme, si, y de muchos colores. Necesitaba escapar del gris, así que mejor guárdense sus reparos, que la vida es muy corta para pasarla entre lluvia y días nublados. Al fin y al cabo no elegí ser paraguas, yo siempre fui sombrilla.

sábado, 27 de enero de 2024

Cortometraje

El paracaídas no se abrió, en apenas unos instantes vió pasar su vida completa frente a sus ojos.

Tratamiento

—Imagine una infinidad de hilos que nos unen a la realidad, cuando uno de esos hilos se corta, sufrimos alucinaciones.

—¿Puede curarme?

—Olvídese de mí. No vuelva a consultarme jamás.

—No, Doctor, tiene que ayudarme.

—¿Todavía no se da cuenta? Yo soy su alucinación y usted… usted es la mía.

sábado, 6 de enero de 2024

Cara y ceca

Quizás también fue colosal el asombro del mar al ver por primera vez a un niño.





viernes, 5 de enero de 2024

El nuevo

Dio mil vueltas antes de humillarse pidiendo instrucciones al albañil que trabajaba en una esquina.

—Jefe, ¿Cómo salgo de este pueblo?

—Doble a la derecha y siga recto hasta la ruta.

Veinte minutos después, pasaba de nuevo por el mismo lugar.

—Escuche bien esta vez, amigo —le dijo esta vez el albañil —. Tomé a la izquierda y después todo recto.

Siguió las instrucciones al pie de la letra y creyó haberse vuelto loco cuando pasó de nuevo frente a la construcción. El obrero le pidió que esperara mientras consultaba.

―¿Ya llegó tu nuevo ayudante? —le preguntó el capataz.

―Si, jefe, pero todavía cree que puede salir del pueblo. Apenas lo estoy mareando un poco.