sábado, 16 de marzo de 2019

Imaginario

Hace algunos años tenía un amiguito; yo le decía Chicho.
Lo pasábamos muy bien juntos, siempre estábamos jugando Chicho y yo, nunca peleábamos.  Hasta dormíamos en la misma cama —Como si fuéramos hermanitos —, me decía—.

Yo le enseñé una canción que todavía canta cuando está solo.
Ahora ya no jugamos, sus nuevos juguetes no me gustan y ya casi no nos vemos.
Solamente lo veo yo,  pero no significa que sea mi amigo imaginario. Chicho existe de verdad, es un niño real.
No sé qué pasó. Él creció y yo sigo siempre niño y cada vez más... tenue. Y lo extraño.



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