lunes, 6 de junio de 2022

Fantasmas

Anochece cuando por fin subo al ómnibus. Mi cuerpo cansado anhela un asiento. Más o menos por la mitad va un tipo, con el brazo extendido sobre el respaldo del único asiento libre, como abrazando la nada. Mientras me acerco, veo crecer su aprensión, su temor, el ruego de sus ojos apretados. Decido pasar de largo y acomodarme al fondo. Ahora el sujeto sonríe. Aliviado, murmura algo por lo bajo al espacio vacío.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que te pareció esta historia?