lunes, 9 de mayo de 2022

Cielito Esquimal

La cruda nevisca apenas dejaba ver las siluetas crucificadas de los tres misioneros. Más allá, en la aldea esquimal, reinaba el horror, un desenfreno de sexo y violencia inédito en aquel pueblo de pasiones aletargadas por el clima glacial. 

Luego de restablecer cierto orden, la expedición investigadora restablecer logró que el concejo de ancianos compareciera ante ellos.

—Solo hacíamos lo necesario para llegar a ese maravilloso lugar del que nos hablaron sus hombres santos —explicó el anciano jefe.

—Estáis muy equivocados, hermanos, el crimen y el pecado no os llevarán al cielo.

—¿Al cielo? No, nosotros queremos ir al otro lugar, al que es caliente.




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