martes, 31 de diciembre de 2019

Infección

La enfermerita del asilo de ancianos le inspiró su teoría.
Ella era joven y hermosa pero tenía actitud, ideas y hasta andares de anciana.
«La vejez se contagia», razonó.
Desde entonces huyó de la gente vieja, cambiando con frecuencia sus relaciones, buscando siempre rodearse de la juventud.
Un fatídico día, tras pasar años tomando precauciones para mantenerse a salvo, se vio al espejo y supo que se había contagiado.






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