domingo, 13 de mayo de 2018

Gitana

—¡Hala, niña! Por cinco monea's leeré tu fortuna en la palma e' tu mano.
—Solo tengo dos, Madame.
—Dáme tu mano y siéntate. Tendrá' una vida mediocre, atendiendo a tu' crío' y a tu marío hasta que crezcan uno', se muera el otro y tu envejezca' sola y olvida'. ¡Er que sigue!


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