—Tu le sigues para arriba mientras haya ladrillos. Ya después le pondremos alambre de púas por encima.
—Y después si quiere lo emprolijamos desde adentro.
—No, no, no, tú te quedas de ese lado...
—Y después si quiere lo emprolijamos desde adentro.
—No, no, no, tú te quedas de ese lado...
Kafkiano
ResponderEliminar¿No será mucho decir Marta? Saludos.
EliminarEs increible Diego... hasta tiene un toque de humor...
ResponderEliminarHumor negro. Gracias. Saludos.
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