jueves, 24 de mayo de 2018

Burnout/Quemado

—Era un trabajo muy estresante, demasiada responsabilidad, ¿sabe? 

Un ambiente feo, feo, mucho complot, mucho culebrón.

Miró al mar como fascinado.

―El trabajo me tenía paranoico ―continuó ―. Construí un gran muro, figúrese. Y atacaba a todo el mundo, por las dudas me atacaran. Un día sufrí un surmenage y dije basta, me vine a la playa a vender helados. Abandoné trabajo, familia, vicios: todo. ¡Ahora por fin me siento en paz y soy plenamente feliz!

Perdóneme, lo estoy aburriendo ―concluyó, tendiéndome el helado ―. Aquí tiene, son dos dólares.

—Gracias, señor presidente.

—Por favor, llámame Donnie.


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