―Un rato más, Mami, porfis…
―Mañana sigues jugando, ahorita a descansar.
―¡Mira lo que hice, Mami! ¿Si cierto que esta bien bonito?
Sus ojos de madre juzgaron asombrosa la imperfecta creación del niño.
―¡Órale Jehovita, si'sta retelindo, bebé! Que pena que tengas que desarmarlo…
—Ta' bueno, ma'.
Una sonrisa traviesa iluminó la cara del pequeñín.
―¡Mírame, Mami. Mira como lo destruyo!
Jehová separó los brazos y se abrieron las compuertas del cielo y durante cuarenta días y cuarenta noches llovió sobre la tierra...
Jehová separó los brazos y se abrieron las compuertas del cielo y durante cuarenta días y cuarenta noches llovió sobre la tierra...
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