domingo, 14 de junio de 2020
Pragmático
El detective espacial regresó al palacio Lurgan con novedades antes de cumplirse un año de su partida. Cuando estuvo ante el emperador no hubo saludo ni reverencia. Procedió a informarlo de inmediato, conocida es la practicidad de los Velidranos.
―Ya puede darme mi recompensa, he localizado y recuperado a su hija tal como le anticipé.
El emperador estaba sorprendido pero muy feliz.
―¡Bendito seas, Velidrano! Tendrás lo prometido y más, si has traído a mi pequeña contigo.
―Por supuesto, Gran Señor. Una vez ubicada, ¿qué sentido tendría volver sin ella?
―¡Magnífico! Quiero verla cuanto antes.
Sin perder un segundo, el detective espacial sacó una bolsita que llevaba al cinto y la arrojó al regazo del emperador.
―Ahí la tiene, era más fácil transportarla deshidratada.
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