Siempre la pregunta ridícula, fuera de lugar. Siempre su estúpida cara de nada. Me enferma, me amarga la vida. Esto decanta en divorcio, suicidio o asesinato. Pero hoy...hoy superó toda mi capacidad de asombro. ¿A quién se le ocurre preguntar a qué sabe el veneno para ratas?
jueves, 7 de junio de 2018
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