Entró a la comisaría con la mirada perdida y dejando el hacha suavemente a un costado declaró:
—Vengo a entregarme. No me pasa a menudo pero los celos me dominan a veces... Cuando los ví con mi mujer, riendo y bañándose en el río, enloquecí y...los maté; a todos.
Mientras lo esposaban reflexionó:
—¿Cómo iba a imaginar que fueran sus hermanos venidos desde el Paraguay? Es una tontería pero no puedo dejar de pensar en lo afortunado que soy por no haber tenido hijos con la pobre...
Hola, Diego, me ha gustado mucho el micro. Está muy bien logrado por lo que dice y por lo que deja a la imaginación. Una confesión al estilo Crimen y castigo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tus elogios, un poco demasiado, jaja. Ya me voy a leer tu blog. Abrazo.
EliminarEstá bien, Diego, pero he echado a faltar algo más de trama. El final ha sido evidente desde el principio. Pero, a mi parecer, bien escrito. Saludos.
ResponderEliminarGracias Ana. La falta de trama es por el estilo del microcuento. En esta historia apelé más a la empatía que al final sorpresivo porque la frase inicial me condicionó bastante.Tomaré tus consideraciones en cuenta. Te espero por aquí cuando quieras.
EliminarExcelente, Diego! Tus micros son redondos y dan en el clavo. No hay palabras de más ni de menos. Un estilo que me gusta mucho. Sencillo y atractivo y sobre todo exacto. Un abrazo
ResponderEliminarFavor que me hace, Juana querida. Le mando un cariño desde argentina y la espero pronto por mi blog.
EliminarDiego, quisiera aclarar dos cositas: una, soy argentina y "porteña de una pieza/ tengo voz de bandoneón"; la otra, soy una persona mayor pero no tanto como para que me trates de usted. Por suerte nosotros no tenemos monarquía ni nobleza - esta última en el sentido de clase social. Sí tenemos noblezas en otros sentidos.
EliminarUn abrazo
El tema, lamentablemente, es de rabiosa actualidad. El hombre no luce peligroso, pero lo es. De lo que tampoco cabe duda es que el protagonista no es afortunado, ni siquiera feliz. El machismo lo incapacita.
ResponderEliminarEs como vos decís, querido amigo. Es la sociedad que debemos cambiar. Por otra parte, veo que el relato te movilizó y eso es mucho para mí. Gracias por leerme. Abrazo.
EliminarQue buen relato, rapido y sin vacilaciones a mi parecer.
ResponderEliminarPD: vengo de literautas :D
¡Gracias amigo literauta! Pronto leeré tu historia también.
EliminarEstas en tu casa. Vuelve pronto.
Parafraseando un adagio muy conocido, digo que lo corto no quita lo valioso. Es asombrosa tu capacidad para poner en unas pocas líneas un relato que atrae al lector, es ameno y es completo en sí.
ResponderEliminarGracias Carlos, sos muy generoso. Es un estilo que estoy tratando de pulir. Espero leer tu relato a ver como te las arreglás con el desafío.
EliminarAbrazo y nos leemos pronto.
Buenas Diego,
ResponderEliminarPasaba por aquí para devolverte la visita y tu agradable comentario a mi relato y me he encontrado con una grata sorpresa. ¡Me encantan los microrelatos!, así que con tu permiso estaré un ratico cotilleando tu blog.
En cuanto al relato, como bien comentan por arriba, consigues trasmitir mucho en muy pocas palabras: se puede ver claramente como ocurrió la historia, aunque es cierto que es algo previsible, eso no le quita gracia, no van a ser todo giros locos e inesperados. Me ha gustado mucho. (Y la imagen de Hulk con el hacha me ha sacado una sonrisa).
Y bueno una cosilla, aunque supongo que es manía mía: tenemos dos frases cortas, y luego otra que es el triple que las anteriores. Echo de menos alguna pausa, igual colocando algún inciso por el medio en plan "le dijo al policía", "miró al suelo apenado", "negó con la cabeza", no sé, cosas así que le den al lector un punto de apoyo para asimilar toda esta información que nos viene como de "sopetón" y que realmente es el alma de la historia.
En general muy buen trabajo, ya te aseguro que voy a seguir leyéndote por estos lares. ¡Un abrazo!
Querida Rakelita, sentite a tus anchas en mi blog, que después de todo es para ustedes.
EliminarEn cuanto a los giros inesperados, me encantan, pero estoy tratando de no repetirme y buscar transmitir otras cosas. A veces sale y a veces no y otras tampoco.
En cuanto a los párrafos, necesito del feedback lector como el tuyo para aprender a escribir mejor. No te sorprendas si lo ves modificado. Gracias y te espero por acá cuando quieras.
Pd: Primer comentario que habla de la ilustración.
EliminarHola, Diego.
ResponderEliminarGrata sorpresa tropezarse con un micro. Cuestan de escribir más de lo que muchos piensan, por lo que te felicito sinceramente.
Ahora, que el protagonista se vea afortunado...opino como Labajos en este aspecto del machismo.
Un trabajo estupendo, sin duda.
Un saludo.
Nos leemos
Hola earendil ublop(vaya nombre). Gracias por leerme y por tus elogios. Lo de afortunado tal vez entra un poco forzado pero al escribirlo pensé en las tonterías que se nos fijan en la cabeza cuando atravesamos situaciones límite (de cualquier índole).
EliminarEn este micro, mi objetivo fue plasmar el desconcierto del tipo que tiene un acceso de locura temporal y la manera de actuar despues.
Gracias y espero verte de nuevo por acá.
Borré este comentario sin querer y no puedo recuperarlo. Lo siento.
EliminarNo hay problema :) nos puede pasar a todos.
EliminarLa verdad no recuerdo exactamente qué decía mi comentario, pero la idea era que me había gustado el relato. Es corto y rápido. Me gustó este giro que le diste, aunque siendo sincera, noté el hecho que que fuera afortunado un poquito forzado. Pero de ahí en fuera me ha gustado mucho. ¡Felicitaciones!
Gracias por leer y escribirme dos veces. Lo de afortunado lo explico más arriba. Saludos.
EliminarMuy buen relato, las crueles ironias de la vida. Me gusto, aunque tengo la sensacion de que se puede perfeccionar mas.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por leer y comentar. Uno siempre tiene la sensación de que podría mejorarse. Lo que necesitaría son precisiones. Vuelve pronto. Saludos.
EliminarHola Diego. Me gustó mucho tu microrelato. En este corto texto nos has dado una visión general de muchas cosas. Estoy de acuerdo con incluir algunas pausas en el diálogo, por el bien del lector.
ResponderEliminarTe felicito, porque a mi parecer, es difícil plasmar una historia con muy pocas palabras y tú lo has hecho muy bien.
Saludos!
Hola Ceyla. Muchas gracias por tus generosas palabras. Ya lo midifiqué para que quede más pausado. No se si funcionará mejor. Te espero siempre por acá. Saludos.
EliminarHola El caminante: Creo que los que defendemos la no posesión de armas, una de las razones es el descuido, la mala interpretación de los hechos; en tu caso los celos. Y matas a unos inocentes...
ResponderEliminarNo sé si te lo han dicho pero yo pondría que dejó el hacha a un costado de algo: mesa, silla, escritorio, porque le falta al costado algo.
Muy buen corto, Un saludo, Menta
Gracias Menta por leer. Tendré en cuenta tu consejo. Vuelve pronto.
EliminarHola, Diego
ResponderEliminarEs un buen microrelato, considera una problemática histórica, la violencia y el arrepentimiento.
Cada núcleo podría ser ampliado sin ninguna dificultad.
Un saludo, Claudia
Graciaa por leerlo. Es un caso de síndrome de Othelo. La idea de este estilo es dejar esbozada la historia para que lo que falta lo ponga la mente del lector,
EliminarEspero verte pronto por aqui.
Saludos.