miércoles, 4 de agosto de 2021

Niveles

La fachada mostraba el nombre de la novia de Ror en letras gigantes.

―Mencionaste que vivía en este edificio, no que tu novia “era” el edificio ―dijo Pelzir.

―Ella no “es” el edificio, Pelzir, solo vive dentro. Una nerkiana necesita espacio.

―¿Entonces es verdad? ¿Es tan enorme?

―Sus pies están en planta baja y su cabeza termina en el piso 21, ya dirás.

Tras anunciarse, los amigos tomaron un ascensor.

―¿Piso 19? ¿No vamos al 21?

―Queremos hablar con ella, sus oídos están en el piso 19.

―Oh, entiendo. ¿Y su boca?

Ror resopló poniendo los ojos en blanco.

―Su voz resuena en todo el edificio, bobo.

La reunión resultó mejor de lo que Pelzir imaginaba. La chica-edificio era encantadora y como azafata espacial tenía miles de anécdotas. Un buen rato después, Pelzir se despidió diciendo que tenía cosas que hacer. Ambos amigos regresaron al ascensor y Ror presionó el botón de bajar.

―¿También te vas? —pregunto Pelzir

―¿Cómo crees, ahora que quedaremos a solas? ―.

Ror sacó veinte créditos y los metió en el bolsillo de Pelzir, después alzó sus tres cejas y guiñó a su amigo con el ojo de enmedio.

―Eso es para el taxi. Yo tengo asuntos en el octavo piso.




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