El insectoide cubrió a Azaharaia con un brazo, le hizo una señal de silencio con el otro y apretó el arma de rayos en un tercero.
Desde la holovisión, que estaba encendida, unos pequeños seres proyectados corrían por la estancia. La voz del locutor informaba:
“―Les drolemites del sistema Drol, son femeninas durante el día pero se tornan masculinos por la noche.
Sólo en los confusos momentos del amanecer y el ocaso consiguen aparearse.
Los científicos suelen adjudicar dicho cambio a ciertas influencias de la sol y el luna...”
Se asomaron con cautela para descubrir al capitán dormido frente al aparato. Sus ronquidos se batían a duelo con el sonido del documental.
¡Volver a la nave nodriza!
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