Unos ojos fulgurantes observaban desde el portal místico, la aterciopelada voz del líder habló dentro de su cabeza:
―Percibo dudas. ¿Algún problema?
Sombra levantó la cabeza.
—Somos seres civilizados, ¿no? —preguntó mentalmente.
—Tu sabes que sí.
—Transformarme en una mujer, lo entiendo, son superiores....
—Pero.
—Pero me niego a usar este objeto para disimular la nave.
—Es solo un utensilio primitivo, no significa nada.
—Aquí representa la opresión de las mujeres, me lo dijo el gato.
—No tenemos género, no deberías involucrarte en cuestiones menores. Monta tu vehículo y reúnete de inmediato con las demás en el bosque.
Sombra obedeció de mala gana. Pasó una pierna por sobre el palo de la escoba y golpeando con el taco el encendido, alzó vuelo hacia el cielo nocturno.
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