―Es como vivir en una telenovela. Hoy estoy en la gloria y mañana todo me parece insoportable. Lo quiero, lo extraño, pero también me aburre. Le tengo celos y me gustan otros hombres ¿Serán las hormonas o es que estoy volviéndome loca?
—Tranquilícese, señora. Según esto —contestó el doctor señalando los exámenes —, usted tiene gastados algunos engranajes del corazón. En esta sección todo va perfecto, pero cuando llega a la parte dañada… ¡zas!, los dientes patinan y su corazón se descontrola. Una sencilla intervención quirúrgica y podrá llevar una vida de lo más normal. ¿Para cuando la programamos?
―Humm… ¿Sabe, doctor? , mejor déjeme así.
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