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lunes, 9 de septiembre de 2019

Conciliación


―Aquí estoy, ¿quien me busca? ―atronó una voz masculina que no se correspondía con la frágil Clelia.

―¿Papá? ―arriesgó el muchacho emocionado.

―Yo solía tener un hijo...Marcos. —contesto la médium,  aunque la voz parecía surgir de todos los rincones de la habitación.

―Soy yo, papá ―El muchacho rompió en llanto―. Sé que peleamos por dinero y que eso te provocó el infarto. Hace días que no duermo, no podía quedarme así. Tenía que pedirte perdón, papá.

―¡Mi muchacho! No debes torturarte, eso ya pasó. No fue tu culpa, yo estaba mal de salud. Ahora estoy en paz.

Marcos sollozó un poco más y de a poco se recompuso.

―Gracias, papá. No sabes cuánto me reconfortas. Otra cosa, antes de que te vayas... esto... ¿recuerdas la combinación de la caja?




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