—La idea es buena, Byg, aunque peligrosa. Puede arruinar la base de su exquisitez; su función cerebral.
—Negocios, Mak, negocios. ¡Y una vez que se acostumbren, cobraremos una fortuna por los humanos orgánicos naturales!
―¿Resultará?
―Claro, mientras mantengamos en secreto su origen…
Mak meditó un momento.
—Entonces… estamos de acuerdo.
―Contacta a nuestro administrador de nutrición en la tierra. Tengo que pasarle las recetas de la nueva alimentación especial.
—Es Kroc, el gelatinoso...
―¿El bromista?
―¿El bromista?
―Sí, se ha infiltrado. Allí se hace llamar Ray Kroc y no imaginas donde dibujó sus tentáculos reproductorios.
¡Volver a la nave nodriza!
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