—Has cambiado, Ronald. —Así nací, Nancy, ¡nazi! No, sería mejor… ¡Nazi, Nancy!, así nací...no no; a ver... ¡Sí, Nancy, nací nazi! —Y haciéndose visera pregunta a los reflectrores—. Quentin, ¿qué posibilidades hay de cambiar el nombre de la primera dama para la película?
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