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lunes, 22 de febrero de 2021

Todoantena

“No importa el tamaño de la antena, importa la potencia de la señal.”

Slogan de Todoantena.


Afuera, golpeaban la escotilla, el capitán se metió en su armadura-escondite y abrió. 

Era un bicho corpulento de movimientos pesados y ojos penetrantes. Ondeaba sobre él un globo con forma humana, parecía un maniquí plateado sosteniendo una lanza.

―¿Pidieron instalar una antena? ―preguntó.

―Si... ―respondió el capitán todavía confundido.

―Entonces aquí le dejo a mi esposa ―dijo la criatura cediéndole el hilo que sostenía el globo ―. Llame a Todoantena apenas ella termine ―ordenó antes de irse.

El capitán contemplaba la retirada del mastodonte cuando una voz aguda le llegó desde lo alto:

―¡Hey, patrón! ¿Podríashhh indicarme el lugar?

El capitán remolcó a la mujer-globo hasta la punta de la nave y la muchacha comenzó a instalar la antena. Su piel metálica crepitaba como el celofán.

—¡Listooooh! ―exclamó minutos después.

―¡Que rapidez! ¿Cuánto le debo?

―¿A mí? ―La mujer-globo sonrió con amargura ―. Nada, soy solo una esclava.

Desbordado de curiosidad, el capitán interrogó a la muchacha y así se enteró de las niñas de plata, sus casamientos arreglados y del peligro de aspirar helio para poder trabajar sobre los techos.

El capitán amarró el hilo a la baranda y fue a llamar a Todoantena. Por el camino, se arrepintió, regresó y con resolución desató el hilo. Después abrió la mano y siguió su vuelo hasta que se perdió en el atardecer.




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