En medio del bosque, un árbol gigante cayó a tierra. Momentos después, advirtiendo lo improductivo de la situación, dobló su tronco y apoyándose en sus ramas se incorporó despacio. Se sacudió el polvo de las hojas y, con disimulo, recuperó su lugar junto a los otros. Si hizo ruido o no, nadie estuvo ahí para confirmarlo.
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