Así está Evita hoy. Radiante.
La semana pasada tenía bigotes y unos anteojos pintados con aerosol. Cosa de los fachos.
Ahora tiene los ojos chorreados y la boca algo torcida pero vuelve a estar tan hermosa como siempre. A los fachos les duele verla así, mal maquillada, como una puta, dirán.
Pero los negros cabeza, sus hijos, insisten. La pintan, la repintan y la vuelven a pintar, Aunque no la conocieron, sus padres y abuelos les enseñaron a quererla y ellos la aman. Y la necesitan, porque para la negrada, es lo más parecido a una madre que hayan tenido jamás.
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