Siempre tan solicitada, siempre criticada por todo el mundo.
«Demasiados clientes».
Se sentía responsable de mantener felices a todos y cada uno de ellos.
Se sentía responsable de mantener felices a todos y cada uno de ellos.
Recordó algo que leyó en Instagram —Tu opinión no me define—, y decidió tenerlo más en cuenta.
Terminó de desanimarse cuando halló su oficina a oscuras.
«¿Y a mí quién me ayuda?»
Moviéndose a tientas alcanzó la lámpara del escritorio: Nada. «¿Será un corte general?»
De repente recordó quién era y dijo:
—¡Hágase la luz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Que te pareció esta historia?