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jueves, 13 de septiembre de 2018

Felicidades

—Buenas,  maestro, ¿tenés felicidad?

El vendedor sonríe.

—Eeeh, s-sí, a veces. Como todo el mundo, bah.

—No, perdón… Lo que yo ando buscando es el cartuchito —dice el tipo acercando las puntas del índice y el pulgar.

—No te entiendo, flaco —responde el vendedor un poco tentado de risa.

—¿Viste la maquinita de la felicidad? Bueno, el  repuestito, el cartuchito para cargarla.

—Ah, ¿el pituto que va adentro?

—¡École!

—Uno rosa con brillitos, ¿no? Jaja, ahora sí… No tengo, hace rato que están en falta.

—¿Y van a traer?

—No sé. Viste que eso vino cuando abrieron la importación y después...

—¡Como me cagaron, viejo! Me vendieron la maquinita; cartucho nuevo decía en internet. ¿Me puse feliz cuánto, dos, tres veces?...y a la mierda, no tiraba más.

—Tranqui. En algún lado vas a conseguir.

—¡Tranqui las pelotas! Necesito felicidad. Vengo con cara de culo hace una semana…

—Acá lo que tenemos son caretas sonrientes. Capaz...para ir zafando...

—¡Metételas en el culo, pelotudo!

El vendedor ni se inmuta por el insulto. El tipo se va dando un portazo.

—¿Quién era ese loco? —pregunta una voz festiva desde la trastienda.

—Otro que busca la felicidad.

—Ni se te ocurra venderle cartuchos. Mirá que ya no van a entrar más…




2 comentarios:

  1. Interesante, con un muy buen remate. Ah, cambiando de tema, tengo cartuchos guardados por si te falta.

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    Respuestas
    1. ¿Y de la Track II?
      Jaja, abrazo, Ciudadano. Gracias por pasar.

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