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miércoles, 25 de abril de 2018

Tienes un 10

No sé qué gano yendo a clases si no tengo nada práctico que aprender. Odio la escuela y odio a los profesores. Especialmente a la Gandolfo, la de Lengua y literatura. La cara de lechuza estreñida. Así le dice Jorge Lugo (el narigón que sale con mi hermana).
Lugo y Fuentes (el gorila de tercero que siempre me molesta), la tomaron con ella. Lugo le inventa apodos y Fuentes le raya la pintura del coche y le pincha las ruedas. Si se llega a enterar pueden darse por expulsados.
Si supiera el odio que le tengo, la resentida del carajo seguro me mandaría a diciembre y marzo sin posibilidad de recuperarme. Pero yo no tengo miedo. Si fuera necesario, la denunciaría por comerse a Pisutti, el rubiecito de cuarto que me confesó su debut con la bruja de Salem (otro apodo gentileza de Lugo). Y también está lo de la petaca de whisky que chupetea en los recreos.
Nunca cumplo en hacer las aburridas tareas que manda. Ahora solo lo hago para demostrarle que son para subnormales y que en un día soleado como este es una crueldad dejar a un pibe encerrado escribiendo esta ridícula redacción de doscientas palabras.

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